Por Ing. Félix Lantigua. La educación ambiental es una plataforma de educación formal e informal basada en el cuidado del medio ambiente a través de múltiples herramientas que pueden ser aplicadas en distintas ramas profesionales. Esta está en la búsqueda de promover y crear conciencia, cultura ambiental, actitudes, aptitudes, valores y conocimientos, en beneficio del establecimiento de la sustentabilidad que beneficie al medio ambiente. Por lo que esta debe establecerse en todo momento de la existencia del individuo, adecuada a las distintas circunstancias que lo rodean.
Así mismo, la educación ambiental tiene la responsabilidad, desde cualquier perspectiva de aplicación a contribuir mediante gestiones concretas, la promoción de una nueva ética centrada en a protección del medio ambiente, que a su vez permita el aprovechamiento y los cambios necesarios para el desarrollo de un modelo educativo transformador y participativo en el que se compongan las condiciones culturales, económicas y sociales de una localidad.
Dando como resultado un ejemplo de vida que no sea negativa para el medio que nos rodea, pero tampoco que sea poco funcional o de difícil adaptación y mantenimiento para las personas. Este es un campo de educación y practica que ha tomado auge tras su gran impacto de efectividad, reducción de costos y poco daño al medio ambiente, por lo que se relaciona estrechamente con la ingeniería civil, puesto que toma los elementos y principios de esta educación y los aplica en las construcciones de obras civiles e infraestructuras.
En el sentido de la inspección, el examen y la preservación de las construcciones realizadas, de esta manera, busca colaborar en la protección del medio ambiente y en la prevención de accidentes vinculados a las infraestructuras.
Comenzando por el manejo de residuos grandes y pequeños que son resultado del consumo de la actividad diaria de las personas y que una vez que ya no tienen uso para los propósitos personales de los mismos, se deshacen. Aunque la ingeniería civil toma estos elementos para su control, aprovechamiento y disposición en nuevas construcciones o como materia prima dependiendo de sus características, volumen, procedencia, posibilidades de recuperación y aprovechamiento desde plásticos, hasta maderas y hierro o metales.
Otra tendencia que involucra a la ingeniería civil en el cuidado del medio ambiente, a través de la educación ambiental es la Bio – construcción, la cual es un sistema de edificación o establecimiento de viviendas y distintas construcciones fabricadas a partir de materiales de bajo impacto ambiental, reciclados, elementos reciclables o que hayan sido extraíbles mediante procesos sencillos y de bajo costo.
En estos se incluyen materiales de origen vegetal y bio – compatibles, generando así un impacto y una concientización del medio ambiente y la forma de construir edificaciones sin dañarlo, que además sean funcionales para las personas. Actuando como un generador y regulador de los recursos empleados para obtener un hábitat saludable y equilibrado.
Por lo que se entiende a la bioconstrucción como una forma de edificar sencilla y funcional que se adapta a las necesidades humanas como comodidad y salud sin afectar al medio ambiente de manera negativa, favoreciendo los procesos evolutivos de todo ser vivo, mismo principio que comparte con la biodiversidad. Además, otro punto a su favor es el de garantizar tanto equilibrio y la sustentabilidad de las generaciones futuras y que estas construcciones no se vean afectadas con el paso del tiempo.
Se puede decir también que la educación ambiental y su practica han tenido un gran apoyo e impacto para las personas dedicadas al ámbito de la ingeniería civil, en especial en la construcción de edificaciones que sean amigables para el medio ambiente, así como también de la concientización en el uso de materiales reciclables que luego se convierten en materiales de construcción biocompuestos, los cuales tienen la capacidad de reemplazar varios materiales de construcción tradicionales por otros menos contaminantes.
Dichos materiales tienen propiedades y características semejantes con los materiales tradicionales de construcción, lo que los hace una opción funcional y de costos reducidos que se producen a partir de materiales orgánicos, un ejemplo de estos es plástico fabricado a partir de deshechos de maíz, contando con múltiples opciones de utilización, desde exterior de viviendas (como las aberturas) hasta el interior de las mismas (accesorios y muebles).
Otro gran ejemplo son los ladrillos bioclimáticos, los cuales son bloques para construcción fabricados por medio de materiales de desecho como materia prima, a los que se añade un aglomerante, trayendo como beneficio la evitación de utilización de aislantes térmicos o acústicos en las viviendas, además de su resistencia al impacto.
