Las relaciones internacionales, se basa en el estudio y práctica de las relaciones políticas entre estados, enfocándose específicamente en el gobierno de los mismos, pero también pueden referirse a las interrelaciones existentes entre grupos no gubernamentales, como multinacionales que operan en más de un país y también las organizaciones internacionales de ayuda como la Cruz Roja o la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Por lo que las relaciones internacionales suponen un aspecto complejo para los países inmersos en ella, debido a que tienen que llegar a acuerdos que no entorpezcan a los otros países, también es un reto particular para los observadores que median entre la comprensión de dichas relaciones. Y aunque, el principal objetivo de las relaciones internacionales sea el análisis de las relaciones entre estados, estas están estrechamente relacionadas e influenciadas por la política. Tanto así, que, las relaciones internacionales han sido estudiadas bajo el ángulo de la política.
Comenzando por el liberalismo, el cual fue el precursor de la teoría liberal de las relaciones internacionales, principalmente por Immanuel Kant aunque, a penas se estableció esta forma de pensamiento político, fue fuertemente criticada y abordada por otro movimiento oposicionista a este, el realismo. El liberalismo sostiene que no son las capacidades propias del estado las determinantes de su comportamiento, sino que el primordial elemento de este, son las preferencias del estado, por lo que estas varían entre estados dependiendo de distintos factores como cultura, sistema económico o tipo de gobierno, por lo que el liberalismo permite la pluralidad en las acciones del estado.
Así mismo sustenta que la interacción entre estados no se encuentra confinada a solo la seguridad política, sino también a los aspectos económicos y culturales de cada una de ellas. Permitiendo así diversas oportunidades para la cooperación y amplias opciones de poder, como el capital cultural.
Realismo político
El realismo como teoría política se construyó bajo la necesidad de comprender la historia, desde el punto de vista resultante de la tendencia natural humana a la codicia del poder y del dominio sobre otras personas.
Lo que se determinó esta como una aspiración utópica, según el entendimiento del estudio realizado por los dirigentes del realismo político. Lo que lleva a concebir a la política internacional como una lucha interminable por el poder entre representantes importantes en el escenario internacional, cuyo fin es el de intentar dominar el mundo y atentar contra aquellos que resisten y niegan dicho dominio externo. Por lo que asume al sistema internacional como anárquico, puesto que no existe una autoridad superior a los estados que sea capaz de regular de forma efectiva y equilibrada a las relaciones entre ellos. Asumiendo el poder los estados soberanos en vez de las instituciones internacionales en las relaciones del sistema internacional.
Neorrealismo estructural. Este tipo de estudio político se basa en que el estado aun sigue siendo el actor principal en el sistema internacional de las naciones, sin embargo este no es el único que entra en representación de las mismas ni impone por si solo, sino que es el mismo sistema internacional quien adquiere relevancia, llegando a limites casi irracionales para conseguir el equilibrio entre las naciones, sin ser influenciadas por las mismas. Realizando acuerdos regionales y supranacionales. Además en este aspecto actúan también las organizaciones internacionales, las empresas transnacionales y representantes atípicos como el terrorismo.
Neoliberalismo
A diferencia del liberalismo en donde se cree a los estados como los ejérzales primordiales de las relaciones internacionales, el neoliberalismo concibe la idea de una comunidad global gobernada por otros representantes quienes mantienen una gran importancia, como lo son las organizaciones no gubernamentales (ONG), las organizaciones internacionales y las organizaciones intergubernamentales (OIG), entre otros
Interdependencia compleja. Esta surge como un modelo opuesto al realismo político pero sin llegar a tocar los limites del liberalismo político, sino que se trata de un modelo de interdependencia entre los estados cuya relación e interés entre si es compleja, en el sentido que, la realidad internacional responderá, a una situación intermedia entre ambos modelos, realismo y liberalismo. Originando procesos políticos distintos, que cambian los recursos de poder, a través del control de resultados, por lo que los objetivos variarían también en función de las áreas de problemas, al igual que la distribución de poder. Teniendo tres características principales:
La existencia de múltiples canales que conectan a las sociedades.
La agenda de las relaciones interestatales consiste en múltiples problemas que no están ordenados en una jerarquía clara y consistente.
La fuerza militar no es utilizada por los gobiernos.
