¿Ganará República Dominicana la batalla al COVID-19?

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Ing. Samuel De Moya G.

En la actualidad  muchas naciones del mundo están librando una feroz batalla  contra  la temible pandemia  COVID-19. Se trata un de virus de muy acelerada propagación que infectó al primer ser humano en el mes de diciembre pasado en la provincia de Wuhan, China, y que tiene una tasa de letalidad a nivel mundial de un 6.87 por ciento. En el momento de redactar este artículo (17 de abril) hay 2,231,990 de infectados y 153,252 fallecidos a nivel mundial. Se destacan como naciones más afectadas, Estados Unidos, Italia, España, Francia y Reino Unido, países donde se ha producido el 58 por ciento  de los infectados y el 73 por ciento de los fallecidos.

No hay dudas de que esta pandemia ha sacudido fuertemente  la conciencia de la humanidad. Y resulta incomprensible constatar que  varios de los países con mayor desarrollo económico  del mundo, son los que han mostrado mayor  incapacidad para enfrentar el COVID-19. EE.UU., considerado única superpotencia del planeta, ha resultado ser hasta la fecha la nación más afectada por esta enfermedad infecciosa, en número de infectados y de muertes.   

Cuando esta pandemia haya reducido su tasa de infección a los niveles deseados. Es decir, que haya disminuido sus efectos a un límite donde el aislamiento social no sea necesario, salvo en casos excepcionales, la discusión  se generará en torno a qué naciones manejaron mejor la presencia del COVID-19 y de qué manera prepararnos para enfrentar otras posibles pandemias que aflorarán en el futuro. Pues, como sabemos, estas horrorosas crisis de salud a escala global son cíclicas.

Hace un siglo el mundo fue fuertemente impactado por la mal llamada gripe española, la cual según apuntan algunos historiadores, tuvo su origen en unos cuarteles militares de Kansas, EE.UU., cuyos soldados transportaron el virus al continente europeo a finales de la primera guerra mundial, en 1918 . La cifra que más se maneja con relación a los fallecidos por efecto de esa pandemia es de 50 millones. El historiador Moya Pons establece que hubo no menos de 22 millones de muertos en todo el mundo.  Se estima que murieron 12 millones en la India y que infectó a más 500,000 ciudadanos en los EE.UU.  En República Dominicana, país donde el virus llegó por vía marítima a la provincia de Barahona,  el balance fue de 53,352 infectados y de 1,047 fallecidos.

Nuestro país en este momento está librando una fuerte batalla contra el COVID-19. Un ciudadano italiano debutó como el primer infectado en el país el 1ro. de marzo pasado. Según el boletín número 29, del 17 de abril, la cifra de infectados en República Dominicana es de 4,126 y 200  fallecidos. Con relación a otros países del área podemos afirmar  que en República Dominicana el combate al coronavirus ha alcanzado ciertos éxitos. Las medidas impuestas por el gobierno dominicano y el comportamiento asumido por una gran mayoría de ciudadanos que tienen una percepción realista de la gravedad de la situación, ha impedido que la cantidad de infectados y muertes se hayan duplicado o triplicado.

Sin embargo, la observación y el análisis del inventario de datos que han sido presentados en los boletines diarios, apuntan que si no se endurece el combate contra el coronavirus, la conclusión es que la victoria aun es incierta.  Si vemos con detenimiento el aumento de la cantidad de infectados, nos percataremos  de que la tasa de infección (celeridad de los contagios, no cantidad) ha ido disminuyendo gradualmente, pero no a los niveles que aseguran el éxito en esta gran lucha.

Actualmente en República Dominicana la cantidad de infectados se está duplicando cada 9 días.  Según los expertos, el período mínimo para que la suma se duplique debe ser de 11 días, para luego continuar extendiendo los plazos de manera sostenida como lo han hecho otros países, como Uruguay, que los está duplicando cada 20 días, y Costa Rica cada 16.  Panamá está duplicando el número de infectados cada 11 días. Si nos vamos a otros continentes, nos encontraremos con que Austria los está duplicando cada 20 días, Alemania cada 16 y  Corea cada 39 días. China prácticamente mantiene paralizado el número de infectados desde principios de marzo.

Es de esa manera que se aplana la curva y se deja atrás el famoso pico. Y es lo ideal lograrlo sin que la crisis haga erupción y el sistema de salud colapse, como ya ha sucedido en zonas de Italia, España y los EE.UU.

Si nos colocamos en una posición conformista pensando que días atrás duplicábamos  las cantidades de infectados cada 7, 4 y 3 días, como sucedió del 23 al 26 de marzo, y que ahora sucede cada 9 días,  entonces no hay dudas de que el vencedor será COVID-19.

Para superar esta grave tragedia que nos afecta, la  opción válida consiste en que el estado continúe  fortaleciendo el  sistemas nacional de salud en sus diferentes vertientes, que masifique las pruebas rápidas y, sobre todo, que  endurezca las medidas restrictivas y se establezcan sanciones más severas a los desaprensivos,  quienes constantemente irrespetan las normas del aislamiento social de manera insolente y ponen el peligro la salud de sus propias familias y de la población en general.  

La lucha contra el COVID-19  es una responsabilidad de todos. Aún estamos a tiempo para evitar que esta pandemia se salga de control y produzca miles de muertes, como ya ha sucedido en otros países del mundo.

El autor es ingeniero civil