En estos tiempos convulsos en los que vivimos, ninguna condición es más apreciada que la conciliación. La conciliación vista como la capacidad en poner de acuerdo a partes con notas discordantes o vista como la destreza de conseguir hacer compatibles elementos que parecen contrarios es la cualidad indispensable para un político de provecho social en estos momentos.
Es cierto que en el PLD abundan políticos con cualidades excepcionales, pero con la capacidad de conciliar que tiene el Lic. Luis Marte, muy pocos o ninguno. Luis Marte no solo ha demostrado que es un político que puede armonizar adentro de su partido, pues en La Vega, que es una de las plazas mas populosas del país, ha conseguido concertar con todos los sectores que conforman el PLD, sin importar las diferencias internas que puedan coexistir entre ellos, ha tenido el don y la habilidad de conseguir que remen todos en una misma dirección.
Por demás, todo el país conoce de su capacidad gerencial. Luis Marte es un hombre que no teme a asumir grandes retos, y siempre con un grado de responsabilidad y entrega tan intenso que le permite salir siempre airoso y por la puerta grande de los retos que asume como servidor público y dirigente político.
Pero la capacidad de conciliar de Luis Marte no solo se reduce al quehacer partidario, pues su mayor logro ha sido convertirse en un ente de mediación y equilibrio con toda la sociedad vegana, mucho más allá de lo que se le pediría a un dirigente político comúnmente.
El PLD transita por un momento crucial, desde cierto punto de vista una oportunidad extraordinaria de renovación y reestructuración, un momento que debe aprovecharse para llevar los hombres y mujeres con las mejores herramientas a su máximo organismo que es el Comité Político
Sin dudas que con la elección de Luis Marte al Comité Político del PLD el partido morado estará trillando por el camino correcto, dando una respuesta al perfil que exige la sociedad de nuestros tiempos, hombres comprometidos, dispuestos, responsables y con capacidad para mediar y conciliar a la altura que requieren las cada vez más complejas y complicadas circunstancias.
