Es vox populi que por todos lares surgen personas bien intencionadas y que luchan con tesón por el bien común, sacrifican cosas y algunos arriesgan hasta su propia vida. En el lado opuesto aparecen otros avivatos, que no son más que oportunistas y se enganchan con los que tienen buena fe, contaminando el escenario con el fin de sacar ciertos provechos políticos en situaciones que deberían verse desde otras perspectivas.
Esto a propósito de que este 24 de marzo se ha convocado una marcha en defensa del Río Camú, pidiendo la destitución del ministro Ángel Estévez y del incumbente de La Vega del ministerio de medio ambiente, el señor Danny Williams… nos vamos a permitir tomar el toro por los cuernos.
Quien encabeza esta “marcha”, quien está al frente por medio de la visita a los programas, el buque insignia, no es nada más y nada menos que Juana Almonte. Juana Almonte es regidora por el partido Dominicanos por el Cambio (DxC), que en las pasadas elecciones fue aliada al PRM. Es regidora desde el año 2016, por tanto en agosto cumplirá 3 años en el puesto, lo cual nos trae mucha suspicacia al ver su fogosidad, pues en todo este periodo no conocemos una sola propuesta de ella en la sala capitular en favor del medio ambiente, nunca la habíamos visto dar una declaración defendiendo el Río Camú que lleva un proceso de degradación de más de 30 años, pero parece que la regidora se vino a enterar ahora.
Para asegurarnos de estar bien informados, pedimos las actas de las diferentes sesiones y al azar tomamos algunas, pero no encontramos ninguna resolución, ningún proyecto, nada que haya sometido la Regidora Almonte en defensa del Río Camú, del medio ambiente ni de ningún otro tema que le aporte algo a la sociedad vegana. Pero lo peor es que un grupo de ciudadanos decentes se dejen tomar el pelo de esta señora para ella promoverse con fines politiqueros, que no hacen más que socavar los esfuerzos que se puedan hacer para mejorar nuestro querido Camú.
¿Cuál es la verdad?
La nueva ley electoral establece que cada regidor tendrá que salir a buscar sus votos, Juana Almonte fue regidora de forma señalada, puesta con el dedo, sin haberse sometido al escrutinio del pueblo, como no es tonta ni perezosa, sabe que todo el regidor que desea repetir en su cargo tendrá que hacer malabares para poder ganarse el favor de la gente y así continuar en su cargo, que al parecer no es malo, por eso se monta en esta ola, se aprovecha de los verdaderos comunitarios y no hace más que usarlos en sus deseos de continuar.
Todos recordamos su accionar el pasado año en la elección del bufete directivo de la sala capitular, la regidora hizo alianza con sectores contrarios a quienes la llevaron ahí, con el objetivo de desestabilizar la gestión municipal, una persona que es capaz de estar en contra de quien facilitó que fuera en una boleta y hoy tenga esa posición sin haberla ganado ¿De qué otra cosa no sería capaz?
Nos hubiese gustado que convocaran una concentración para ir a limpiar el río, para sembrar árboles en toda la rivera, para hablar con la gente que tira la basura y tratar de que hagan conciencia, pero no, ese tema no vende, siempre será mejor criticar todo, no cumplir con nuestras responsabilidades y exigirle a los demás que cumplan, eso no es más que doble moral.
Cuando veamos a Juana Almonte haciendo cosas desde su posición como regidora creeremos que sus reclamos al frente de esta marcha son auténticos, mientras tanto seguimos creyendo que no es más que oportunismo barato detrás de seguir en su puesto como regidora.
