Consulta del PLD en La Vega: ¿Quién gana y quién pierde? ¿Por qué se gana y por qué se pierde?

0
10731

Decía mi buen amigo Chito Sánchez, ex regidor en 2 ocasiones por el PRD en los procesos del 2006 y 2010, que las convenciones siempre la ganan los dirigentes, quien en su equipo tenga la mayor cantidad y calidad de “cuadros políticos”, sin dudas se alzaría con la victoria. Esto comúnmente se da porque las convenciones, consultas, primarias o como quieran llamarlas, la verdad es que no generan mucho interés en el electorado común, solo aquellos que practican el activismo político o los llamados “cuadros” son quienes prestan atención a este tipo de eventos, de ahí se deriva que los amigos, familiares y relacionados van a votar movidos por ese activista que los lleva, lo convence.

Hace apenas unos días hicimos un trabajo mostrando las estructuras que tenían los 3 principales candidatos de esta consulta, veamos.

Margarita Cedeño: Ex primera dama, ex vicepresidenta, quizás la más conocida de los 3, pero ¿Quiénes dirigían su proyecto en La Vega? José González (el Pilly), y uno se pregunta cuál es la experiencia del Pilly, qué tiempo tiene en el PLD, cuáles presidentes de intermedios y de comité de base conoce… y la respuesta parece ser: ¡Ningunos! Cuál es su experiencia en pasados certámenes electorales: ninguno. Pero aquí hay algo más profundo, si el Pilly era el jefe de campaña, definitivamente es porque no había más nada, al final tus pones tu mejor hombre al frente del campo de batalla, por lo menos en La Vega, el equipo de Margarita no estaba en condiciones de competir ni con la gente de Domínguez Brito y mucho menos con los de Abel.

Francisco Domínguez Brito: Posiblemente el más “débil” de los 3 candidatos en cuestión, el menos popular, pero tenía una dupla peligrosa, los primos Hernández, Negro y Geovanny, ambos con vasta experiencia en convenciones, Negro director del distrito municipal de Ranchito hasta que se “jartó” y decidió optar por una diputación que también ganó fácilmente, y Geovanny Fruta, que aunque en su primera aparición como precandidato a diputado no salió, tuvo una participación estelar, obtuvo muchos votos y la experiencia de haber participado en una convención tan difícil y con tantos recursos como esa le permitió conocer este escenario, aunque ellos dos no podían enfrentarse a esa maquinaria de Abel, definitivamente era demasiado para lo que tenía margarita.

Abel Martínez: Esa maquinaria en La Vega consiguió ganar con el 70% de los votos, una barbaridad partiendo de que había 5 candidatos y 3 metidos en pelea. Orlando de La Cruz dirigió el proyecto de Abel, usted puede estar de acuerdo o no, pero en los últimos años del PLD debe ser Orlando el dirigente que más ha crecido, esta maquinaria estaba compuesta por Ángel Estévez que no hace mucha bulla pero así calladito es de los dirigentes que más puertas puede tocar, Teto López, director del distrito de Barranca, Angelito Estévez, diputado, uno de dos que tiene el PLD y que se mantiene con muy buena imagen, los regidores Carlos Veras, Pedro Acosta, Javier Reyes, los dirigentes Bolívar Marte, Aridio Vásquez, mi buen amigo Marcelo Gómez, Emmanuel Rodríguez, Raymon Núñez, Carina Flete, Pedro Flete y un sin número de dirigentes que hacían el proyecto de Abel imbatible en La Vega.

Debo ser honesto y decir que, aunque el Pilly con su proyecto sacó el tercer lugar, es el gran ganador de esta contienda a nivel particular, en el plano en lo local, porque sabemos que él debe tener alguna aspiración y este torneo electoral le sirvió quizás para dejar de ser ingenuo, entender que andar repartiendo a lo loco en torneos no le servirá absolutamente de nada, que buscar votos es otra cosa y si no aprende, entonces se jodió.

El PLD salió muy bien parado de su consulta, tienen un ganador y los perdedores reconocen y felicitan al ganador, más de ahí no podían pedir, soy de los que entiende que el adversario real del Presidente Luis Abinader será Abel Martínez, por más bulla que hagan los pueblistas, Leonel está destinado a ocupar un tercer lugar.

Autor: Félix Lantigua