CORAAVEGA desenfunda millones y millones de pesos en cheques ocultando el destinatario y el concepto violando la Ley 200-04 de Libre Acceso a la Información Pública y el Decreto No. 130-05

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Si bien es cierto que desde el gobierno se hacen ingentes esfuerzos por encaminar la República Dominicana hacia una cultura de ética, transparentando a través de los portales de las instituciones públicas cada centavo que gasta el estado dominicano, todavía hay instituciones que se resisten a aclarar el manejo de los recursos del pueblo.

Tal es el caso de CORAAVEGA que en su portal de transparencia coloca sus ingresos y egresos financieros, pero esconde el nombre de los destinatarios de ese dinero público, ya sean personas físicas o empresas.

Así que se pudiese pensar ¿Son botellas? ¿Es un dinero que se esfuma? ¿Es un pago a dirigentes del PRSC? Ya que no existe el más mínimo detalle de estos pagos que se hacen mes tras mes, se puede pensar cualquier cosa. Para entender la gravedad de este ocultamiento citemos el prólogo de la ley 200-04 en la edición de Participación Ciudadana del año 2005 «Con la promulgación de esta ley se garantiza que las informaciones no dependan de la voluntad de un o una funcionario(a) de turno, ya que el autoritarismo y la burocracia se erigen en obstáculos para que los ciudadanos (a) que por diversos intereses tratan de obtener informaciones del ámbito gubernamental o en entidades estatales, no la obtengan».

Pero no todo está perdido, a diferencia del oscurantismo de CORAAVEGA, otras Corporaciones de Acueducto y Alcantarillado como CORAAMOCA, CORAAPPLATA, CORAASAN sí transparentan los destinatarios de estos dineros y brindan una información diáfana acerca del destino de estos pagos, como ordena la ley.

La Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Moca sí transparenta sus pagos
CORAAPPLATA transparenta el destino de sus cheques
CORAASAN también transparenta sus pagos.

Sin dudas que la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental, la Dirección General de Contrataciones Públicas y el presidente Luis Abinader tendrán mucho trabajo con la orquesta si desean que todas las instituciones públicas bailen el difícil ritmo del cambio.