En política, es normal que personalidades que buscan posicionarse o desean dejarse sentir sirvan como corderos de partidos, aun a sabiendas de que no tienen ninguna posibilidad de ganar, de ahí la popular frase “perdiendo se gana”.
Jhonny, que ha salido como candidato a senador del PLD, ha movido sus piezas en una jugada inteligente, todo el que tiene dos dedos de frente sabe que esa es una candidatura “de mentira”, sin ningún tipo de posibilidad de ganar, pero cuando concluya el proceso, sin importar el resultado, Jhonny habrá ganado, y no tengo la más mínima intención de debatir eso con nadie.
¿Pero, acaso de Euclides Sánchez podemos decir lo mismo? El ingeniero Sánchez es un político probado, de larguísima data; fue alcalde, diputado, senador, director la Caasd, Oisoe, es un político con arraigo más que sobrado. La Fuerza del Pueblo, en su intento de conseguir votos a como dé lugar, ha logrado sonsacar a Euclides para que sirva de sacrificio a un “bien mayor”, es decir, aportarle votos al faraón que lo único que hace es pensar en sí mismo.
Para las elecciones del 2020, donde Rogelio Genao se alzó con la victoria, nadie puede negar que el deterioro que cargaba el PLD incidió para que sus candidatos fueran brutalmente golpeados en las urnas por la oposición en ese entonces, de ahí que Euclides “sale”, pero aún se mantenía como un dirigente de importancia.
A este servidor no le gusta jugar billetes, pero la probabilidad de que Euclides pierda de Genao es muy alta, pues la boleta del PRM es muy superior a la del PLD y la Fuerza del Pueblo, todo parece indicar que los perremeístas volverán apoyar a su candidato, que será Genao, y Jhonny se alzará con algunos votos que Euclides se pudo agenciar y ya se perdieron.
La pregunta debe ser ¿Qué pasará con Euclides después que pierda? ¿Cuánto valdrá como político después de otra derrota? ¿Por qué sacrificar tanto en una causa que de entrada no te favorece? ¿Estará dispuesto a sacrificar parte de su patrimonio en una aventura tan desafortunada?
Todo eso se podría entender perfectamente si Leonel tuviera alguna posibilidad de ganar las elecciones de mayo próximo, pero lo que se avista al día de hoy no está ni siquiera cerca de ahí.
Entonces vuelvo y me pregunto ¿qué persigue mi amigo Euclides? Ya veremos…
Félix Lantigua.
