La Asociación de Veganos en USA (ASOVEUSA) dio apertura a la muestra pictórica del artista Carlos Regalado, en la sede del Comisionado Dominicano de Cultura, en New York con un amplio apoyo de la comunidad dominicana en los Estados Unidos.
En el acto, Regalado expresó que a través de los años ha visto “que en todas las regiones del mundo las actividades culturales han cumplido con su función de entretenimiento sin importar la presencia Hibrida, la manifestación de los procesos, las fabulaciones oníricas o el simbolismo esotérico que pluriculturizan y ambientan nuestra identidad como seres creativos”.
Agregó que “esos mismos espacios y tiempo también hemos visto las múltiples creencias y el ritmo desenfrenado de nuestra coexistencia con la naturaleza. Es por esta y otras acciones continuas que como artista integral nos hemos visto en la obligación de utilizar las mejores estrategias para concientizar a un mundo que está falto de sensibilidad, y que además se homogeniza a gran escala por tener únicamente en cuenta el fundamentalismo del yo, cuyo objetivo principal es la dominación, contaminación y apropiación del hombre y sus recursos naturales. Y es que paradójicamente el mundo actual con su accionar se devora a sí mismo en un autocanibalismo que continua su acelerado ritmo.”
“Aún tenemos la gracia de Dios, el sol, el ser humano, el amazonas, los archipiélagos, la libertad, las nubes, el mar, la lluvia incesante, el suelo, los árboles, la alegría, la brisa, el llanto, el tiempo, la espera, los colores, el arcoíris, el instante supremo de las cosas, el barro, el río, la nieve, el frio, La Vega Manhattan y mi querido Guagüi, un Camú agonizante, los escombros de la guerra y un corazón que late rápido, la tierra nos necesita. Aún estamos a tiempo”, indicó.
Fernando Díaz Infante, periodista cultural y analista de arte, entiende que “en la obra pictórica de Carlos Regalado el color está indisolublemente ligado a sus emociones, reflejando siempre su temperamento artístico y sencillo. El tratamiento que da al color en su vibrante expresionismo me recuerda a los grandes coloristas dominicanos. Por ello, lo que más me cautivó al analizar sus obras, es la corpulencia de su cromatismo en los que la luz tiene una presencia cargada de onirismo, que el espectador percibe como “cosas mágicas”.
