El pasado domingo, luego de la proclamación de los candidatos municipales de la provincia, los medios resaltaban con mucha sorpresa la no asistencia del gobernador provincial, el lic. Bolívar Marte, sin embargo, a nosotros nos sorprende otras figuras que no concurrieron y que muy poco o nada se ha hablado de ello: Fausto Mota, segundo candidato a regidor más votado y no lo pudimos localizar en el acto, Toni Capellán quien estuvo con Leonel pero zanjó en claro que no se va del PLD, Mildred Apolinario candidata a diputada por el partido morado y otros tantos más que no han abandonado el PLD, pero que no fueron invitados.
Hace unos días hablamos de que se debía forjar un Protocolo de Integración dejándole saber a todos los que estuvieron con el ex-presidente Leonel Fernández que ya las primarias terminaron, que “eso pasó” y que todo es simple PLD… sencillamente no se ha hecho, no se han creado comisiones para determinar cómo será el método de integración, que harán en la campaña, cuál será su función ¿Alguien sabe por casualidad cual es la posición de Demnis Marte? ¿Se fue, se quedó? porque él no lo ha dicho, Poncho Capellán, por ejemplo ¿Alguien lo visitó? No, nadie lo ha visitado, pero el propio Bolívar Marte… Mario ha ido donde él, parece que no.
Un curioso se pregunta por qué el domingo en lugar del presidente Medina y Gonzalo Castillo ir hasta donde Manito Despradel, porque la dirigencia de La Vega no gestionó al menos un momento para almorzar con ese grupo que estuvo trabajando con Leonel, porque en el acto no se le dio ese trato especial, dejándole saber que la convención pasó y que en este nuevo proceso ellos serán pieza fundamental en las tomas de decisiones y que, sobre todo, participarán en un nuevo gobierno.
En el 2012 el triunfalismo de la gente que estuvo con Hipólito Mejía cavó su propia tumba, entendieron que no necesitaban a Miguel, que ganaban “como quiera y como fuera” y al final perdieron, uno espera que esto no sea lo que les pasa a los del PLD: exceso de confianza, arrogancia, prepotencia, incapacidad ¿Qué les pasa?
El vencido nunca va donde su verdugo, el vencedor debe ser capaz de conciliar con su adversario, buscarlo y brindarle un espacio junto a los suyos. Al vencido lo persigue la vergüenza y el temor de que quienes los vencieron también encima los quieran humillar.
El tiempo sigue siendo corto, no se puede apostar a que las heridas sanarán de manera natural, así no funciona cicatrización política, ojalá estemos equivocados, de lo contrario los llantos se escucharán y retumbarán en sus oídos pensando lo que se pudo hacer y no se hizo.
