Sin mucha bulla, pompa ni parafernalia, la gestión de Rafael Salazar en la administración de la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (Egehid) ha resultado una de las cotas más elevadas del gobierno del presidente Luis Abinader, y traemos este tema a colación porque nos llamó poderosamente la atención que, aun siendo uno de los funcionarios que mejor desempeño ha presentado, no trajina con un pelotón de «comunicadores» y medios dándole bombos y platillos.
Y es que la visión holística de Salazar ha permitido a EGEHGID diversificarse sin desnaturalizarse, poder obrar con pluralidad al desarrollar planes como la ejecución de los proyectos hidroeléctricos Las Placetas, en Santiago, o Boca de los Ríos, asentado sobre el caudaloso río Guayubín en Santiago Rodríguez; al tiempo que se respalda la formación de profesionales otorgando becas para cursar el Grado Técnico Superior Municipal, la Maestría en Administración Municipal y la Licenciatura en Administración Municipal en la Universidad del Caribe, y destinando en este mismo orden terrenos del antiguo campamento de la presa de Palomino, situado en el municipio de Bohechío, en la provincia de San Juan, para la erigida de una ampliación del Instituto Superior de Agricultura, una noble iniciativa, que forma parte del Programa de Responsabilidad Social Corporativa, y que representa un gesto concreto de la empresa para contribuir al desarrollo de la educación y el progreso en la región. Egehid, de esta forma, muestra su compromiso con el bienestar social, al poner al servicio de la comunidad un espacio que antes permanecía desocupado.
En el marco del desarrollo de los proyectos hidroeléctricos y mineros, resulta relevante subrayar que percibimos que la concepción que anima a esta gestión consiste en alcanzar el progreso en las áreas circundantes a las represas, a la vez que se preserva el entorno natural.
Cuarteles policiales, centros comunales, universidades, funerarias, estadios de béisbol, programas de reforestación y operativos médicos son algunas de las iniciativas que ha venido ejecutando en todo el país esta institución que, sin arrastrar muchos cascabeles, se ha convertido en uno de los grandes paradigmas a seguir en el gobierno del presidente Abinader.
En una próxima entrega estaremos abordado algo muy importante para La Vega, y que fue el elemento que nos acercó a conocer más de lo que viene practicando la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana, un hito que marcará un antes y un después: la construcción de carreteras que conectarán una multiplicidad de poblados de las provincias de Santiago y La Vega, con la consecuente expansión de la oferta de servicios ecoturísticos. Un hecho que, sin lugar a dudas, supondrá un impacto significativo en la revitalización de la economía de las zonas de Tavera y Jarabacoa, en La Vega, y la Sierra de Santiago.
La perspectiva de desarrollo que brindará la implementación de estas vías de acceso se traduce en una oportunidad de oro para las regiones, las cuales podrán diversificar su oferta y atraer a más visitantes. De esta forma, se potenciará la actividad ecoturística, que constituye una de las principales fuentes de ingresos en la zona, y se sentarán las bases para un desarrollo sostenible en el futuro.
